Rick owens

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Coleccion actual

Rick Owens trae el lujo del Luxor

colección

Es difícil pensar en un diseñador más influyente o en una marca más imitada, al menos en moda masculina, que Rick Owens, que el jueves ofreció un gran desfile con una poderosa colección en el Palais de Tokyo de París. El primer verdadero momento de moda de la actual temporada parisina de seis días de menswear, esta colección otoño-invierno 2023/24 tenía todo lo que uno quiere presenciar en una pasarela de Rick. Drama, proporciones desafiantes, un casting de superhéroes, siluetas sorprendentes y aún más drama y múltiples evocaciones del nuevo hogar invernal del diseñador, el antiguo Luxor, en el Egipto histórico. El desfile comenzó con Tyron Dylan, musa de Owens, merodeando con botas de cuero negro con tacón de metacrilato, shorts ajustados, capa de vampiro y un metro cuadrado de su torso. ¿Vive este hombre en un gimnasio? Docenas de modelos desfilaron con botas por encima de las rodillas de Rick, a menudo combinadas con chalecos acolchados sin mangas, de un metro de ancho en la parte superior. Muchos llevaban guantes de cuero de dominatrix, de gran tamaño y con múltiples cremalleras en ángulo. Esto fue lo que el diseñador denominó en sus notas del programa "formas arquitectónicas reducidas con un tufillo a pseudomisticismo sórdido de los setenta". Rick se mantuvo fiel a su ADN con múltiples jerkins y abrigos góticos con hombros de pagoda, y una serie de chaquetas de vuelo de atrevido tamaño. Estas últimas confeccionadas con poliamida reciclada certificada GRS, teñida con pigmentos ecológicos sobre fibras sintéticas. Otros modelos, en color caqui oliva, se han confeccionado con residuos de aceituna. A pesar de ser un miembro de la vanguardia, Owens tiene un gran sentido comercial: mostró un par de blazers de lana de sarga negra con aberturas que conseguían ser clásicos y, al mismo tiempo, llevar el sello de Rick. Sus materias primas también pueden ser sorprendentemente tradicionales, como la sarga de mohair procedente de telares vintage de los años 50 propiedad del legendario fabricante textil italiano de cuarta generación Bonotto, en el Véneto. Esto fue lo que el diseñador denominó en sus notas del programa "formas arquitectónicas reducidas con un tufillo a pseudomisticismo sórdido de los setenta". Rick se mantuvo fiel a su ADN con múltiples jerkins y abrigos góticos con hombros de pagoda, y una serie de chaquetas de vuelo de atrevido tamaño. Estas últimas confeccionadas con poliamida reciclada certificada GRS, teñida con pigmentos ecológicos sobre fibras sintéticas. Otros modelos, en color caqui oliva, se han confeccionado con residuos de aceituna. A pesar de ser un miembro de la vanguardia, Owens tiene un gran sentido comercial: mostró un par de blazers de lana de sarga negra con aberturas que conseguían ser clásicos y, al mismo tiempo, llevar el sello de Rick. Sus materias primas también pueden ser sorprendentemente tradicionales, como la sarga de mohair procedente de telares vintage de los años 50 propiedad del legendario fabricante textil italiano de cuarta generación Bonotto, en el Véneto. “Its part Levis jacket, part biker jacket, part Madeleine Vionnet,” Rick Owens told Vogue in 2003, describing one of his signature pieces. “All that, cut apart and somehow Scotch-taped together.” The dissident designer was talking specifically about a machine-washed and tumble-dried leather jacket—but he might just as well have been discussing the aesthetic of his entire oeuvre. Equal parts grunge and glamour (or make that “glunge,” as he calls it), Owenss work has earned a die-hard following. His trademark is a practical piece, draped to angelic standards yet informed by the dark underworld of his imagination. His ability to marry wearable luxury with a rock n roll attitude has lured any number of edge-courting celebrities into the Rick Owens cult: Rihanna is among his acolytes. After high school, Owens headed to Los Angeles to study fine art at the Otis College of Art and Design. After two years, he dropped out and took a pattern-cutting course at a technical college. Soon he was clocking hours at knockoff factories around L.A. It wasnt the typical career path for an aspiring young designer, but it eventually paid off when it led him to Michèle Lamy, a French woman who ran a sportswear company in the city and shared his taste for the sinister. He went to work for her; they fell in love; and business and pleasure mingled under one roof. In addition to her fashion line, Lamy owned popular nightspot Les Deux Cafés, and she helped expose Owenss designs by wearing his distressed T-shirts and skirts. Hip restaurant patrons, including Courtney Love, started asking Lamy what she was wearing and coming over to the couples home to buy a few things. By the early 2000s, a slew of high-end department stores—including Maxfield and Barneys New York—was carrying the label. Owens and Lamy moved to France in 2003. Geographically, financially, and creatively, it was a whole new world. Owens has never lost his rebel street cred, though—and he doesnt ever intend to: “As time passes,” he said in 2006, “I want to become more and more Rick Owens.”

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¿Quien es?

Rick Owens es, probablemente, uno de los diseñadores más vanguardistas, estimulantes y creativos de la historia de la moda. Hoy hablaremos de un artista muy particular. Su aspecto recuerda a una mezcla de Iggy pop, Rafa Méndez y el profesor Snape. Rick Owens es un diseñador de moda estadounidense asentado París que en los últimos años ha alcanzado una gran popularidad. Varias estrellas del mundo del Hip Hop como Asap Rocky, Kanye West, Jay Z o Rick Ross tienen respeto por la firma y suelen hacerle guiños en sus letras. También marcas como Adidas han contactado con el diseñador para colaborar en alguna colección exclusiva. En su armario todas las prendas van del gris al negro y además viste la misma ropa desde hace años, como haría un sacerdote para sus ceremonias o como si estuviera atrapado en el pasado. Personalmente cree que esto le beneficia, ya que prescindiendo del dilema de qué ponerse puede centrarse más en vestir a otras personas. Nacido en California, en 1994 lanzó su propia marca a lo grande, vendiendo en la exclusiva boutique Charles Gallay de Los Ángeles , donde se podían adquirir otras firmas como Martin Margiela , Thierry Mugler o Alaïa . Cinco años después, daba el salto a Barneys y, con él, el salto al gran público. En el año 2002 es la industria de la moda, a través de la CFDA, la que reconocía su talento otorgándole el Perry Ellis Award al Talento Emergente. Al año siguiente, se trasladaría a París para seguir desarrollando su marca y fijaría la Semana de la Moda francesa como escaparate para la muestra de sus transgresoras, y no exentas de polémica, propuestas. “Cuando planteo algo provocador, siempre está planteado desde la calidez, la amabilidad y el amor”, declaraba el californiano. Su estilo glunge (una mezcla entre gótico y grunge) y su estética dark , en las antípodas de la imagen de sol y playa que proyecta su ciudad (Los Ángeles) , han hecho de él uno de los diseñadores más respetados, interesantes y alabados de la industria de la moda y un reconocido visionario. Junto a otros creadores como Comme des Garçons o Ann Demeulemeester , fue uno de los pioneros de la moda sin género : "Estoy muy cómodo con la idea de que haya dos (géneros) . Lo que me interesa es ver el punto en el que confluyen ambos", apuntaba al respecto. Asegura que le inspira la arquitectura y que la idea del estilo le preocupa lo justo: “Quizá no sea tan importante. Si no es una prioridad para ti y todavía no lo has encontrado, pasa a otra cosa. El estilo no lo es todo”, reconocía. En 2019 expuso en el Centro Pompidou de París . "Quiero que sea una orgía de arte en un entorno controlado (un museo) . Todo es realmente colaborativo. No coreografío a los artistas o les digo lo que tienen que hacer. Por supuesto, también se trata de una colaboración con mi mujer Michèle Lamy, que está brindando su apoyo al sector mobiliario de Rick Owens. Cuando tengo una idea de qué es lo que quiero, es ella quien lleva a cabo los diseños", afirmaba el diseñador. En 2020 presentó su colección para Moncler . " Moncler es una compañía que tiene una interpretación muy particular de lo que es una colaboración. Pueden adaptarse a una visión abstracta y abrazarla con entusiasmo. Nunca me han gustado las colaboraciones oportunistas que son simples ejercicios de marketing, pero también he descubierto que es una forma genial de conocer a gente nueva. Para una persona introvertida, un diseñador independiente y solitario como yo, estas pueden traer aire fresco a mi día a día", confesaba el creador. Entre otros datos curiosos, Owens cuenta con su propia línea de máquinas de gimnasio y con una serie de figuras (o tótems) de sí mismo distribuidas por todas sus tiendas.

Obras plasticas de rick owens

Hoy hablaremos de un artista muy particular. Su aspecto recuerda a una mezcla de Iggy pop, Rafa Méndez y el profesor Snape. Rick Owens es un diseñador de moda estadounidense asentado París que en los últimos años ha alcanzado una gran popularidad. Varias estrellas del mundo del Hip Hop como Asap Rocky, Kanye West, Jay Z o Rick Ross tienen respeto por la firma y suelen hacerle guiños en sus letras. También marcas como Adidas han contactado con el diseñador para colaborar en alguna colección exclusiva. En su armario todas las prendas van del gris al negro y además viste la misma ropa desde hace años, como haría un sacerdote para sus ceremonias o como si estuviera atrapado en el pasado. Personalmente cree que esto le beneficia, ya que prescindiendo del dilema de qué ponerse puede centrarse más en vestir a otras personas. Es curioso el producto de su obra, en su mayoría gobernado por tonos oscuros, ya que el diseñador es nativo de la ciudad de Los ángeles, conocida por sus playas y el calor. Precisamente el estilo de sus últimas colecciones ha sido bautizado como Glunge, una aleación entre el gótico y el grunge; aunque también se le ha catalogado de Health Goth, una tendencia que alcanzó su auge en 2013 y trata de acercar el look deportivo a la elegancia asociada a la estética oscura. Todo esto encaja con una de sus principales influencias: el paisaje urbano. El propio Rick Owens comenta que suele coger el metro y le fascina la estética que rodea al transporte subterráneo. Esto puede verse claramente en su desfile de la colección de verano 2017, donde los modelos desfilaban entre columnas de hormigón en el cual podía encontrarse algún grafiti y bajaban infinitas escaleras como si estuviesen a punto de coger el metro. Esta admiración por la fauna inerte de las grandes urbes no termina ahí, más bien refleja una de las facetas de su amor por la arquitectura. Su estilo de confección es muy particular. Admite que no le interesan demasiado los colores: “Hay algo demasiado parlanchín en los colores. Ahora mismo quiero el negro por su nitidez y puntuación”. La influencia de la arquitectura es quizás la que se hace más presente en sus prendas. Muchas de ellas varían de una temporada a otra en detalles que apenas se perciben, fruto de un cambio de perspectiva que tiene el autor al revisar y corregir sus colecciones pasadas, lo que le obliga a redefinir su estructura. De este romance entre la arquitectura y la moda comenzó el creciente interés del artista y su esposa en crear sus propios muebles para sus tiendas, aunque esta afición fue mucho más allá, culminando en el nacimiento de una lujosa línea de muebles de diseño. Otra característica que hace especial sus creaciones es que es uno de los principales diseñadores que se atreven con moda unisex. Respecto a este tema, le preguntaron si estaba tratando de crear un tercer género, a lo que Owens respondió diciendo que no le molestaba la idea de que existan dos géneros, pero está interesado en cómo ambos géneros pueden llegar a confluir. Un dato interesante es que reconoce tener bastante ego. Podemos encontrar monumentos a su auto-ensalzada imagen en etiquetas con su cara dentro del calzado que diseña, esculturas de su busto en la entrada de su tienda de Londres y al menos una escultura hiperrealista del diseñador en el interior de cada tienda. Incluso existen muebles creados a partir de esculturas suyas. No obstante, por paradójico que pueda parecer, en sus entrevistas demuestra ser una persona astuta y con sentido común. Algunos consejos que aporta en cuanto al estilo y el mundo de la moda parecen relativizar la inflada importancia que esta tiene en la sociedad. Por ejemplo, si tuviese que priorizar dice que lo más importante es el cuidado físico, que se consigue con una vida saludable y deporte. El propio diseñador dejó de beber hace varios años y suele tomar un café expreso cuando quiere salir de marcha al anochecer. “Hacer ejercicio es la alta costura moderna. Nada te hará lucir ni sentirte tan bien como un cuerpo en forma, así que compra menos ropa y en vez de eso ve al gimnasio”. Junto al físico añade la atención al corte de cabello y un buen par de zapatillas, que son las únicas prendas que renueva cada cierto número de meses.

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